Fufu

Imperdonable, pero se me había olvidado comentarles que el sábado próximo pasado estuvimos celebrando en el archipiélago el día de "los buenos esposos". Como el 22 de noviembre, día de santa Cecilia, la corta de vista, patrona de músicos y ciegos, se escribe numéricamente 11-22 lo cual fonéticamente es i-i fuu-fuu que, a su vez, es textual y románticamente "buenos esposos (incluyéndolos a ambos dos, pues el primer fuu es del señor de la casa y el segundo corresponde a la reina del hogar, en estricto orden, SVP), se ha consagrado este día a aquellas parejas que a punta de puro pulso han logrado convertirse en ejemplo de juventudes, envidia de divorciados, y fuente inagotable de verguenza para los hijos.

Si hay día de las madres, de los padres, de los niños, de las niñas (separados pero no iguales), de los viejos, de los enamorados (ese que los que no tienen novio dicen, para disimular, que es el día de la amistad, sí, como no), de los viejos, del árbol, del trabajo, de los perros, del bigote, y de cuánta cosa a usted se le ocurra, es más que justo y necesario que la gente bonita que ha sabido escoger, cultivar, cuidar, perdonar, consentir, guiar, alimentar, consolar, desvestir, explorar… y tantas cosas más a su no menos bonita pareja, tenga un día en el que haya oferta de vinos en el automercado y licorerías, cenas especiales para dos en los restaurantes, planes especiales para entrar en los baños termales, boletos de teatro y cine para dos por el precio de uno y medio, y en fin, un limitado pero selecto número de ofertas mercantiles a las que solo se puede tener acceso en pareja mixta de individuos mayores de edad. Detalle sublime de toda esta celebración es que concierne estrictamente a los involucrados, este es uno de los pocos días de algo en el que nadie está esperando que vengan a felicitarlo a uno, basta con despertarse en la mañana y constatar que hay alguien roncando al lado.. y contentarse. Si uno no se alegra de oir el ronquido del otro cama-habiente es porque todavía queda un laaaaaargo camino para llegar as ser un verdadero 11-22.

M.C.Valecillos