Tuesday, September 14, 2004

Revocatorio semestral

Todos los catorce de septiembre se cumplen exactamente seis meses desde el Día Blanco (White Day), día que a su vez llega un mes después del de los Enamorados (desengáñese comadre que no es día de la amistad: es el día de los enamorados. Punto. Y si a usted no le toca, siga leyendo que verá que el desamparado no ha nacido aún). Recordarán que en el archipiélago, el día de los enamorados le otorga carta blanca a todas las chicas para que le declaren su amor al Takeshi de sus sueños, amor condensado en un chocolate primorosamente envuelto en papel de regalo con remate de lacito y tarjetica. ¡Que cuchi! Como en este país funciona la ley de acción y reacción, el mismo decreto del 14 de febrero dice que un mes más tarde todo varón justo y razonable que haya recibido manquesea una ñinguita así de chocolate está obligado por código bushido a retratarse con presente de similar cuantía pero de otro color y textura: el retributorio puede ser desde un fino chocolate blanco ¡sublime! hasta una primorosa pantaletita toda cubierta de encajes de esos que pican envuelta en papel seda ¡audacia!, pasando por los tradicionales caramelos y los sobrios pañuelos ¡ortodoxia! Cualquiera piensa que la historia acaba ahí, unos ganan, otros pierden, sigue el tren de la vida, ya vendrá una nueva oportunidad para expresar nuestra opinión. Es el juego de la democracia alternativa. ¡Ja! La cosa nunca se acaba mientras haya gente educada bajo las ideas de Confucio. Con decir que en la vecina Republica, la de Corea, hay gente que si fue dejada de lado el 14 de febrero o el idem de marzo, espera hasta el 14 de abril para vestirse de negro y salir a la calle a comer una cosa horrible de la que usted no quiere leer una descripción que yo no me atrevo a hacer. Está demostrado que los Coreanos son más dramáticos. Un día de estos les cuento de sus telenovelas.

Pasan seis meses desde aquella elección ratificatoria y, vamos a sincerarnos, ya pasó la emoción, se diluyó la pasión y es hora de hacer una tablita Excel y ponernos a sacar cuentas y cotejar informes de auditoría que confirmen o den los santos óleos a las hipótesis monocromáticas. Con ustedes: Valentín Septembrino. El 14 de septiembre es el día del año en el que las mujeres SINQUELES quede nada por dentro, pueden dejar a su pareja mirando para San Felipe y/o silbando iguanas. Un CVP sin explicación, sin revire y sin devuélveme aquella foto en la que salimos los dos. Es el terrible día en el que Takeshi no atiende el teléfono celular (mañana dirá que se le fue con el pantalón a la tintorería), día en el que más de un señor todo serio y enfluxado prolonga hasta el máximo su jornada laboral a ver si cuando llega la señora de la casa se cansó de esperarlo y se fue a la cama sola y con la cara empatucada de Noxema. Si hasta los que tienen un segundo frente inventan una reunion de trabajo urgentísima e impostergable para no tener que ir a marcar tarjeta....

Hasta donde tengo entendido, con este ajuste de cuenta consolidado con pase de página si como que se termina la cosa. Bueno de tanta guachafita. El revocado, revocado queda; el ratificado, ratificado está. El que perdió la oportunidad de ejercer su derecho tendrá que esperar hasta la proxima oportunidad. El que se equivocó en tres oportunidades se repliega y se pregunta si el que está pelando no será él mismo. El que se salvó de la debacle que de gracias al cielo. Total, hasta febrero no hay sino cinco meses y ya ¡Casi es Navidad!!!!

Fumando espero...

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